Celtas, romanos, visigodos, cristianos, aragoneses, asturianos,
franceses, falangistas, rojos, maquis, ... ¡¡ De cuántas razas, de cuántas
religiones, de cuántas ideologías políticas serán testigos mudos las piedras de
granito que aún se pueden ver y tocar en estos lugares donde las rocas que
abundan no son las graníticas sino las pizarras y las cuarcitas.
Toda esta mezcla de culturas foráneas con los primitivos pobladores de
la zona de Quilama y Cilleros de la Bastida ha dejado claras influencias en la
arquitectura popular y religiosa y en las fiestas y tradiciones.
Según algunos historiadores griegos y latinos los primeros pobladores
extranjeros por estas zonas y por casi toda la geografía española fueron los
Celtas allá por los años 1.700 a.de C.
De esa visita tampoco se libró Quilama y Cilleros de la Bastida y
posiblemente el lugar que se denomina El Castillo fuera un castro celta, la
fuente que brota en una de las laderas se llama precisamente la "Fuente
del Castro", aunque algunos entendidos dicen que los Celtas no construían
sus castros tan grandes.
Posteriormente fueron los romanos los que se dieron algunos paseos para admirar la belleza de la zona pero no a trabajar en ella ya que era más fácil sacar los minerales de la zona del Cabaco en las famosas Cabenes del pueblo vecino. Hay quien dice que si la famosa y misteriosa Cueva de la Buitrera fue una mina de cuarzo blanco explotada en la época romana pero nadie a podido hasta hoy confirmarlo con documentos.
Los siglos continúan su marcha y cuando mejor salud tenía España bajo
el dominio de los visigodos, allá por el siglo VIII, los árabes irrumpen en la
Península Ibérica y a partir de ese momento y hasta el año 1492 toda España
entra en una actividad frenética de luchas y batallas entre los reyes
cristiano-visigodos y los seguidores de Alá y su Guerra Santa.
De esa época son todos los restos de fortificaciones y edificaciones
hechas de granito, pizarra y cuarcita que se encontraron en diferentes lugares
y que los pastores aprovecharon como sus majadas y posteriormente labradores y
repobladores utilizaron para edificar sus viviendas. Todas las piedras de
granito colocadas en umbrales y en dinteles, en hogares y en chimeneas de
muchos de los pueblos cercanos procedían de esos restos.
En julio del año 711 el Rey don Rodrigo fue derrotado en la Batalla de
la Janda (Wada-Laka) o del Río Guadalete y tiene que retroceder en su intento
de expulsar a los árabes de la Península.
Entre periodos de tregua y periodos de luchas don Rodrigo conoce a una
princesa mora, llamada Cava y prometida de príncipe moro Aquila. Don Rodrigo
consigue traerla hasta Toledo donde la hizo reina.
Durante dos largos años don Rodrigo y la mora Cava tienen que ocultarse
en estas sierras de los partidarios de Alá que buscaban a su princesa. La
mayor parte del tiempo su escondite es la fortificación del Castillo de Quilama
muy difícil de asaltar por la orografía tan abrupta del lugar.
En el año 713 el mismísimo y famoso caudillo árabe Muza dirige sus
tropas hacia estos lugares y derrotan al ejército cristiano-visigodo en la
Batalla de Segoyuela de los Cornejos, pueblecito a pocos kilómetros de la
Quilama, y don Rodrigo, malherido, se refugia en el Castillo. Los moros tratan
de asaltar el castillo utilizando "bastidas".
El rey visigodo, no se sabe cómo, logra transpasar las líneas enemigas y escapa al vecino país portugués muriendo en Viseo.
El rey visigodo, no se sabe cómo, logra transpasar las líneas enemigas y escapa al vecino país portugués muriendo en Viseo.
Los árabes entran al fin en el Castillo, pero no encuentran ni a don
Rodrígo, ni a la princesa Cava, ni los tesoros que se creía había traído don
Rodrigo desde la capital del reino, Toledo, para su princesa Cava.
Nada se volvió a saber de la princesa mora. Unos dicen que fue llevada
a la fuerza con Aquila. Otro dicen que murió en el asedio al castillo. Otro
dicen que escapó por una salida secreta del castillo que podría ser la famosa
cueva de la Buitrera o Cueva de la Cava, como la denominan algunos.
Otros dicen que murió de tristeza por la muerte de su amado Rodrigo. Pero nadie sabe a ciencia cierta qué fue de la princesa o a dónde fue. Lo que sí es cierto es que partir de aquellos tiempos comenzó a correr por la zona primero y luego por toda España la leyenda de la "Reina de Quilama" que luego transcribiremos.
Otros dicen que murió de tristeza por la muerte de su amado Rodrigo. Pero nadie sabe a ciencia cierta qué fue de la princesa o a dónde fue. Lo que sí es cierto es que partir de aquellos tiempos comenzó a correr por la zona primero y luego por toda España la leyenda de la "Reina de Quilama" que luego transcribiremos.
Como consecuencia de tantas escaramuzas, asedios y batallas van
naciendo pequeños asentamientos de personas en la zona dedicados a diferentes
menesteres en ese mundo de luchas. Uno de esos asentamientos fue lo que después
sería el pueblo de La Bastida donde se fabricaban las máquinas "bastidas" que servían para
asaltar castillos. Otro de los asentamientos fue un grupo de edificios
destinados a guardar el grano “cillero*” y los caballos que posteriormente daría
origen a Cilleros del que hablaremos en otro capítulo de la historia.
(Fuente: Web “Quilama y Cilleros de la Bastida” creada por Emiliano
Alonso)
NOTA
DEL AUTOR: La Real
Academia de la Lengua Española define la palabra “cillero” con dos significados:
1. Bodega, despensa o
sitio seguro para guardar algunas cosas.
2. Hombre que tenía a su
cargo guardar los granos y frutos de los diezmos en la cilla, dar cuenta de
ellos, y entregarlos a los partícipes.
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