Cilleros de la Bastida: LA MOTILA EN CILLEROS DE LA BASTIDA

¡¡Cómo han cambiado los tiempos!!

En la primera quincena de junio de 2018, se "pasaron por las peluquerías" en Cilleros de la Bastida, el minúsculo pero encantador pueblecito en el sur de Salamanca, a unos 16 km de La Alberca, unas 600 ovejas para hacerle, no la permanente, sino la "motila" o "esquileo", es decir, quitarle el manto de lana que ellas habían "diseñado" y fabricado para cubrir sus cuerpos durante los largos y fríos días de invierno.

Un bellísimo paisaje de Cilleros de la Bastida

Ovejas cilleranas repastando en un huerto.

Ovejas negras cilleranas disfrutando de la abundante hierba y del hermoso paisaje.

Oveja recién motilada abandona su vellón de lana.

Este año, y debido a la primavera tan atípica, tan lluviosa e incluso tan fría que la Madre Naturaleza nos ha traído, la motila se ha tenido que retrasar unas cuantas semanas para que las ovejas no se "constiparan".

Así pues, entre los días 8 y 11 de junio, pasaron por las naves (transformadas en improvisadas peluquerías) de Belén Becerro y de José Julio Sánchez, todas las ovejas de ambos jóvenes ganaderos para "desnudarlas" de su vellón de lana y dejarlas "fresquitas"para poder pasar agustito el largo y caluroso verano que seguro nos espera.

Hay otra joven ganadera, Hermelinda Sánchez, que mantiene una cuantas ovejas heredadas de su padre, Abel Sánchez Marcos y que, al ser poquitas, fueron motiladas por José Julio Sánchez uno de los ganaderos citados anteriormente.

Para tan singular evento, que se repite todos los años a mitad de la "estación de las flores", se juntan ambos ganaderos, acompañados de sus familias y algún que otro allegado porque toda ayuda siempre viene bien, y, como un equipo bien conjuntado comienzan muy temprano a despojar a las ovejas de su lana.
Cada persona tiene una función determinada: coger por una pata trasera a las ovejas con un gancho; acercárselas a los esquiladores; recoger el vellón de lana; comprobar la piel del animal para ver si ha habido alguna pequeñita herida y curarla con un moderno spray; meter los vellones en una gran saca y apretarlos dentro; sacar a las ovejas motiladas al campo; ...)

Hasta no hace muchos años, la labor de la motila o esquileo se hacía de una forma casi artesanal (incluso con dibujos labrados en los lomos, sobre todo de algunos carneros o borregos), como durante cientos de años la hicieron nuestros abuelos, bisabuelos y tatarabuelos.
Consistía en "apear" (atar con cuerdas) las patas de las ovejas y se las motilaba o esquilaba con unas tijeras artesanales diseñadas y fabricadas para tal misión. La velocidad del esquileo (entre lo que se movía la oveja y el cuidado para no herirla con las tijeras) era muy lento y el número de ovejas esquiladas por día, apenas llegaba a 20.

Motila en los años 50 - 60

Recreación de la motila antigua

Tijeras antiguas de motilar

El señor Abel Sánchez (Padre de Hermelinda - Meli) motilando al estilo tradicional (Mayo 2017)

Pero todo está cambiando en este mundo globalizado y también el progreso y la tecnología moderna ha llegado a la motila como podremos ver más abajo en algunas fotografías.

En esta ocasión, el equipo encargado de manejar las modernas máquinas de motilar estaba formado por dos hermanos de Villa del Campo (Cáceres - Extremadura) y un amigo de Cebreros (Ávila). Personas profesionales de este oficio que, con una gran habilidad (casi no dejan mover a las ovejas que, sin apearlas, apenas se mueven como si estuvieran hipnotizadas) y maestría son capaces de motilar una oveja en poco más de un minuto.

Durante los días que dura la motila, todas las personas participantes se juntan para comer y charlar de las anécdotas producidas en esas largas horas de motila en las que ovejas y personas conviven intercambiando favor por lana: los esquiladores hacen el favor de despojar a las ovejas de su ya innecesario "abrigo" y ellas le dejan su lana que después se venderá a los "laneros".

Terminamos este capítulo "La Motila en Cilleros de la Bastida" con una galería de fotos y videos tomados en la "peluquería" de Belén Becerro y Ricardo el día del comienzo de la actividad.