lunes, 24 de agosto de 2015

SOY UN PUEBLO AGRACIADO

Soy un pequeño pueblo de Salamanca, que quiere transmitir su alegría por estos días festivos a las personas que tengáis a bien leer estas dedicadas letras. 
Comenzamos con nuestras fiestas de San Juan en Cilleros de la Bastida! Con su arraigada costumbre de recogida del árbol de San Juan, que da inicio al disfrute de unos merecidos días de fiestas, amenizados con música tradicional y de orquesta, grandes comilonas y juegos para pequeños y mayores. 



Este año parece ser que el tiempo no nos acompaña, pero los gélidos días no son una traba para que disfrutemos de nuestras esperadas fiestas. 
Estos días se caracterizan por el armonioso compadreo de sus habitantes y visitantes, que hace que  estas fiestas conlleven la fidelidad de estos y que año tras año tengan apuntado en su agenda las fiestas de Cilleros de La Bastida.

Agradecimiento es lo único que os puedo transmitir. 
A nuestros amigos Sr. Manolo, Bustos y El Rubio, su simpatía y amor por mi no tiene parangón. Que bien nos lo hacen pasar con su música.


A nuestros amigos de La Calva de toda la Sierra de Salamanca y de la provincia, estupendamente organizados por el Sr. Julio y el Tinin, afinan su puntería todos los años y que tan a gusto nos hacen sentir con sus historias después del juego en la cena de confraternización.


A las familias del Pueblo, por orden alfabético, Alonso, Asensio, Becerro, Gonzalez, Iglesias, Muñoz, Perez, Sanchez y mas…., que colaborais en que estas sean lo mas amenas posibles, participando y colaborando en todo lo necesario y llenando los huecos con vuestros retoños de los que nos dejaron y que siempre están en nuestros corazones. 

A todos los que no habéis podido venir, pero me habéis transmitido vuestros ánimos y cercanía para que los que están aquí disfruten por vosotros. 

A todos los que participáis en las fiestas, muchas veces desinteresadamente, solo por el amor que os une a mi.

Espero que después de estas fiestas, recordéis que yo como pueblo, no solo soy de los Cilleranos y Cilleranas, sino de todos vosotros y vosotras, porque hacéis que un pueblo tan pequeño agrande su alma y presencia con el amor de vuestros corazones hacia mi.


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